Se ha conocido hace unos días la intención de la Comunidad Autónoma de Madrid de desregular los horarios comerciales. Cualquier comercio podrá tener abiertas sus puertas los 365 días del año.
Para tomar esta decisión, el Ejecutivo autonómico se ha basado en los resultados de la aplicación de esta medida en las Zonas de Gran Afluencia Turística y pronostica que esta liberalización crearía más de 20.000 empleos. También asegura que, al posibilitar esta medida la apertura en festivos de los grandes centros comerciales, facilitaría que los clientes comprasen en los pequeños comercios del entorno.
Como siempre que se habla de desregular horarios, se presenta como principal beneficiario al consumidor, que dispondría de más horas para realizar sus compras.
Sin embargo, con lo complejo que resulta hacer predicciones en estos casos, me gustaría apuntar algunas claves, en forma de preguntas, que concluirían que la desregulación podría no ser tan beneficiosa para el cliente y otros efectos colaterales no menos importantes:
¿Mejor coordinar o desregular? En zonas concretas y en momentos concretos del año, no están coordinados los cierres por vacaciones de algunos comercios con la afluencia de turistas. En ocasiones, esto supone una pérdida de atractivo turístico y un desvío de recursos a otras zonas limítrofes con regulaciones más permisivas. Si se coordinase un calendario razonable no habría que desregular, en todas las comunidades habría los mismos horarios.
¿El problema es de horarios o de consumo? Cualquiera que dedique unas pocas horas a recorrer cualquier tipo de comercio observará con facilidad que una gran parte del horario comercial es de escasa afluencia de público. No pocas tiendas e, incluso centros comerciales, han ajustado sus horarios para centrarse en el horario más productivo y, así, ahorrar costes de personal.
¿Más ventas o más concentradas? Creo que, con los actuales horarios y con la excepción de ciertas zonas turísticas y algunos momentos del año, pocos clientes tienen problemas para hacer sus compras. Por tanto, el hecho de disponer de más festivos hará, posiblemente, que los consumidores aplacen ciertas compras para organizar en torno a ellas diversas actividades de ocio. Nada que no estén haciendo ya, pero contando con algún día más. Aquí, los grandes beneficiados serían los grandes centros comerciales y perjudicados los pequeños comercios y de proximidad, que verían recortadas sus ventas en días laborables.
¿A más horas, más gastos? Más horas abierto supone más gastos, tanto de personal como gastos corrientes. Estos gastos sólo se rentabilizarían con un aumento importante en las ventas, bastante improbable dado el momento actual. Las grandes empresas tienen más facilidad para distribuir a sus plantillas en turnos concentrados en los días y franjas horarias de mayor demanda. Así, podrían amortizar el aumento de gastos con un menor incremento de ventas.
¿A más horas, menos sostenible? Desde el punto de vista energético, España es un país dependiente, debemos comprar energía porque consumimos más de lo que producimos. Más horas abierto, supone mayor gasto energético. No parece ésta una medida muy sostenible.
¿Qué pasa con la conciliación? Una parte importante del pequeño comercio es de tipo familiar. Alargar los horarios y abrir en festivo será poco compatible con la vida familiar. Esto ya agrava una situación poco sostenible ya, en muchos casos, dados los horarios actuales.
¿Más empleos o subempleos? Muchas empresas estirarán sus plantillas, aún más, para cubrir el mayor número de horas de apertura. El resto de horas se cubrirán con contratos de baja calidad y, por tanto, de mucha rotación. En buena medida, esto irá en detrimento de la atención al cliente, tanto por la cantidad como la calidad de ésta.
¿Un ataque a las provincias limítrofes? Algunas provincias limítrofes, con horarios más limitados o con pocas posibilidades de hacer rentable una extensión del horario o una mayor cantidad de aperturas en festivo, verán cómo una parte de su facturación se desvía en estos días, generalmente decisivos en la cuenta de resultados anual.
¿Un ataque al pequeño comercio? Aún estando en la misma provincia, el pequeño comercio perderá facturación al no poder competir contra la oferta de los centros comerciales y de las zonas de concentración de comercio. Sumado a la pérdida de ventas ocasionada por la crisis y a la, más que probable, subida del IVA, formarán una combinación letal, que originará el cierre de muchos pequeños y medianos comercios.
¿Beneficiará realmente al consumidor? Aparte de una mayor libertad de horario, que cada uno valorará si realmente es tan necesaria, no parece que se ofrezcan muchas más ventajas. En cambio, si esta medida ocasiona el cierre de una parte del pequeño y mediano comercio, el consumidor saldrá perjudicado al ver reducida su capacidad de elección a un comercio aún más estandarizado.
¿A quién beneficia? Posiblemente, las empresas que gestionan los grandes centros comerciales, que elevarán el importe de los alquileres de los locales comerciales, y la gran distribución, al concentrar en sus negocios el grueso de la facturación en los festivos y al desaparecer una parte del pequeño y mediano comercio, serán los más beneficiados.
El tiempo dirá cuántas de estas respuestas serán acertadas pero, ahora mismo, ¿estás de acuerdo con ellas o tienes algún otro enfoque que aportar?
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Hola Celestino:
llama la atención que á pesar de la antigüedad del debate (llevo 20 años asistiendo al mismo) todavía no se haya llegado a ninguna conclusión fiable sobre las dos cuestiones fundamentales:
– sirve para crear empleo o lo destruye (en términos netos)
– sirve para hacer crecer la demanda o la concentra en pocos operadores
A estas se han sumado a lo largo del tiempo otras que tu señalas, y que no son menores. Este «debate Guadiana», que reaparece cuando parecía superado, no se aborda con seriedad económica, y la política pesa demasiado en las decisiones administrativas (en un sentido o en otro). Esto puede tener como consencuencia que las deciciones que se estén tomando sean malas porque no guardan el equilibrio necesario (¿como es posible que en un mismo país sea bueno simultaneamente la apertura total de horarios y la imposibilidad «de facto» de apertura en festivos?).
Para el país no se trata de una cuestión menor, ni económica ni socialmente, y hace falta un marco legal que lo regule basado en una invetigación profunda, unos objetivos comunes y una actuación coordinada.
Un saludo: Imanol
Hola Imanol.
Estoy de acuerdo contigo en que no es un tema menor. Si bien se suele tratar desde el punto de vista económico, no siempre se repara en las consecuencias que tiene a nivel social, que no son pocas.
Por ejemplo, la calidad del empleo que se crea y el contraste con el tipo de empleo que se destruye. O cómo se puede conciliar trabajo y familia con muchos puestos de trabajo repartidos por horas y concentrados en fines de semana, porque a todos se nos llena la boca hablando de lo que tiene que mejorar la educación y lo importante que es para nuestros hijos y para nuestro futuro como país pero, ¿cómo podremos educar a los niños si estamos trabajando el fin de semana?. Tampoco es menor el impacto en el modo de vida, «americanizando» nuestro ocio y equiparando tiempo de ocio a compras, como si no hubiese más ocio.
En decisiones como esta, nos jugamos el modelo de sociedad que vamos a vivir en los próximos años. Sin embargo, como a los indios americanos en la conquista del oeste, nos camelan con cuatro baratijas.
Un saludo y gracias por tu aportación,
Celestino Martínez.
Hola Celestino, me ha gustado mucho tu artículo, es un tema del que no controlo mucho pero en lo que seguro estamos de acuerdo es en que las grandes empresas son siempre las beneficiadas. No sé si ese era el objetivo cuando decidieron tomar esta medida…
En cuanto a la creación de 20.000 empleos, serán contratos de 16 horas para los fines de semana o de unas horas entre semana entiendo?¿ Y creen que todos los pequeños comercios lo harán? O tendrán más horas al personal actual?
El punto ¿Más empleos o subempleos? me parece crucial si lo que supuestamente se ha valorado es al cliente – y no a la gran empresa-
Lo dicho, muchas gracias por aportar esta info y con tu permiso, voy a compartilo en mi Twitter @Licerea
Hola Andrea.
No se ha especificado qué tipo de empleos se crearán pero es fácil de adivinar. Muchos negocios ya están funcionando así, con recortes de personal y estirando hasta el límite las plantillas supervivientes. Esto ha hecho que se resienta la atención al cliente, al que le cuesta encontrar ayuda o que tiene que esperar excesivas colas para pagar.
No creo que para adoptar esta medida se haya puesto al cliente como prioridad, más bien pienso que se le ha puesto como excusa.
Un saludo y gracias por tu aportación,
Celestino Martínez.
Me gustaría apuntar algunas cosas que he comentado en Facebook:
«Antes que nada quisiera decir que la intención del post no es decir si está bien o no la desregulación. Cada uno decidirá en función de sus intereses, prioridades y filosofía. Lo que me gustaría es que no «nos vendan la moto» a los consumidores. Es un cebo fácil de morder eso de «mayor libertad» para hacer nuestras compras pero, en el medio plazo, esto terminará en menos libertad de elección, como ya se está produciendo en muchas ciudades, que empiezan a parecerse todas, desde el punto de vista de la oferta comercial.
En el País Vasco tenemos una de las legislaciones más restrictivas con las aperturas en festivos. Esto, en una comunidad que está a escasos kms de otras más permisivas, origina una evidente fuga de facturación en fechas clave a provincias limítrofes. Por lo tanto, es de suponer que, de ampliarse los horarios, el consumidor lo aceptase de buen grado, sin valorar lo perjudicial que pudiera ser para él en un futuro no tan lejano.
Quiero pensar que vivimos en un sistema en el que prima el bien mayor, y que para que muchos sean beneficiados, algunos pocos se verán afectados. Tristemente, creo que avanzamos hacia la situación contraria, pero estamos demasiado distraídos, sectarizados y, porqué no, derrotados para darnos cuenta de ello.»
Un saludo,
Celestino Martínez.
Te escribo esta nota desde una tienda de regalos, el dia 22 de diciembre a las 6 de la tarde y en la que no ha entrado absolutamente nadie desde que he abierto. Más horas ?? Para que. Para gastar mas de lo que ya no tenemos. Este pais se está hundiendo a marchas forzadas y por muchas horas que se abra no se va a vender más. El año pasado tal día como hoy yo tenía cola en la tienda para atender a la gente. Hoy no se ha abierto la puerta. Con este nivel de ventas alguien puede pensar que puedo contratar a alguien para abrir más tiempo????.
Nunca en mi vida (y ya soy mayorcita) he tenido esta sensación de que no hay nada que hacer y que el futuro es muy negro
Hola Elena.
Por desgracia, como indico en el post, el problema actual está más en la falta de consumo que en la falta de horas en las que consumir. Y, como bien apuntas, a más horas abierto, más gastos, imposibles de afrontar para muchos negocios, especialmente si esto supone contratar personal.
Cada negocio tiene sus particularidades, por lo que la solución es diferente en cada caso. Esto si la hay, ya que el cambio en las pautas de consumo ha sido tan radical y la caída tan grande, que hay sectores enteros en peligro de desaparición total o parcial. En todo caso, no creo que la solución pase por la desregulación de los horarios.
Esperemos que en lo queda de campaña de Navidad las ventas vayan mejorando.¡¡¡Ánimo!!!
Un saludo y gracias por tu aportación.
Celestino Martínez.