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Tan importante como la música en sí es la calidad de sonido de ésta. El volumen debe ser el suficiente para que exista intimidad en la comunicación con el cliente pero no tan alto para que pueda interferir ésta. Es aconsejable que el volumen de cada tema esté normalizado, es decir, que el volumen sea el mismo y no haya altibajos en la reproducción para no producir sobresaltos de un tema a otro.

Es fundamental equilibrar los sonidos (o frecuencias) graves, agudos y medios de manera que ninguno de ellos predomine (ecualización). Si predominan los sonidos agudos produciremos un efecto “rasposo”, que resultará muy molesto. Si son los sonidos  medios los que predominan, el sonido parecerá “de lata” y de poca calidad y dará al traste con todo el planteamiento musical. Un exceso de graves incomodará al cliente porque este tipo de sonido no sólo se oye, también “se refleja” en el cuerpo y se llega a sentir, incluso pueden producir cierta excitación, ya que son los sonidos a los que se acompasa el corazón. Los tonos subgraves recibirán el mismo tratamiento.

Una gran parte del éxito del sonido en un comercio está en la correcta elección de los altavoces. Los sistemas de altavoces son la opción más aconsejable por posibilidades de elección, direccionalidad y calidad general. En locales donde su integración estética o física sea imposible, podremos recurrir a los altavoces empotrables en el techo. Aquí se acortan las posibilidades de elección y las de direccionar el sonido, además del riesgo de molestar a los vecinos por la resonancia del falso techo, aunque comienza a haber soluciones alternativas.

Un profesional nos recomendará la mejor opción y también incluirá el sistema de amplificación necesario en función de la cantidad de altavoces y potencia de éstos. Es importante no utilizar un amplificador de home cinema, ya que, salvo excepciones, están diseñados para otros fines.

Nos queda elegir el sistema que reproducirá el sonido, y propongo utilizar un ordenador para hacerlo: por comodidad, posibilidades de configuración, sencillez en la actualización, calidad de sonido y repertorio musical. Pero en lugar de utilizar un reproductor de mp3, sugiero utilizar Spotify.

Spotify es una aplicación de uso muy sencillo que, previa descarga gratuita, te permite acceder a un fondo de más de 8 millones de canciones, escucharlas y, entre otras cosas, hacer listas de reproducción (playlists). Esta es la función que nos va a ser más útil, ya que publicaré próximamente unas listas que te permitirán ambientar musicalmente tu tienda, casa, oficina, cafetería o lo que quieras.

Por último, quiero aclarar que Spotify no me paga nada y que hay otros programas y otras maneras de reproducir listas, pero Spotify tiene la ventaja de haberse convertido en el estándar.

 

Guia 2024 para la actualización del comercio local

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