La primavera es una estación con una gran carga simbólica: salimos del invierno, del frío, de ponernos varias capas de ropa y pasamos al calor y a vestirnos de manera más ligera y colorida. Esta época del año está asociada al crecimiento, a la regeneración, y rompe la tendencia descendente (de luz, de temperatura, de energía…) que se inicia en otoño.
Por tanto, es interesante que utilices este simbolismo positivo y ascendente para presentar en tus escaparates una propuesta que haga reaccionar a tus clientes, “adormecidos” tras el invierno.
Los productos que deberás seleccionar para el escaparate, si tu sector no tiene colecciones de temporada, serán todos aquellos que se puedan usar al aire libre o que puedan sugerir la alegría, el colorido y la fuerza positiva que encierra la primavera.
Una de mis recomendaciones siempre que hablo de escaparates consiste en no ser previsibles, no caer en el tópico. La primavera siempre sugiere flores y color verde, pero puedes evitar el tópico utilizando tonos menos frecuentes de verde, como el turquesa, o colores claros, como el azul celeste y, siempre, combinarlos con blanco. El blanco es el color de la luz, una de las señas de identidad de la primavera. Para evitar las manidas flores, puedes sustituirlas, o combinarlas, con mariposas, pájaros, etc.
Debes buscar el equilibrio. Si el producto elegido ya es muy colorido o contiene estampados, como sería el caso de un escaparate de moda, los fondos deben compensarlo y ser más sobrios. Si, por el contrario, el producto es más sobrio, como pudiera ser cualquier tipo de aparatos electrónico, busca el equilibrio jugando con más color y más formas, y evita llegar a quitar el protagonismo al producto.
Para el primer caso puedes pintar de franjas de color o de color sólido el fondo y también utilizar papeles pintados. En el segundo caso puedes utilizar fotografías de gran tamaño pero ampliadas o encuadradas de tal manera que más que mostrar, sean capaces de sugerir la primavera.
En Internet puedes encontrar bancos de imágenes gratuitos que te facilitarán la elección. Hay muchos, pero citaré aquí el que uso habitualmente: Stock.Xchng, en el que encontrarás, como en casi todos, las fotografías agrupadas por temas: Gente, agua, ordenadores, joyas, niños…
En el caso de que utilices maniquíes, debes colocarlos en posturas que sugieran actividades al aire libre y actitudes desenfadadas. Es importante que las posturas sean naturales, no hay nada peor que un maniquí haciendo contorsiones, para ello busca fotos en revistas, en Internet o saca fotos en la calle para que te sirvan de referencia.
Por último, quiero insistir en la importancia de renovar los escaparates cada dos o tres semanas, por la imagen que se transmite de dinamismo y porque es la única manera de dirigir la atención hacia tu escaparate de un consumidor saturado de impactos publicitarios de todo tipo. Esto es aún más importante si tus competidores no lo hacen.
Si necesitas más ideas, puedes encontrarlas en la primera y segunda parte de una entrada anterior donde daba unas recomendaciones generales para mejorar los escaparates.
Muchas gracias Celestino por la info, me quedo con lo de sugerir la primavera más que mostrarla.
Tengo una pregunta, qué me dices acerca del movimiento? Hay elementos que pueden moverse de forma mecánica?
Gracias
@jordimkt
Hola Jordi.
El movimiento «real» no se utiliza mucho a nivel general porque los escaparates tienen una vida efímera y se elevan los costes de manera considerable, o bien obliga a utilizarlo demasiado tiempo, con lo que pierde efectividad. No obstante, hay ejemplos que combinan gran creatividad y pocos medios, como hicieron en las tiendas Yves Rocher hace unos meses con un sencillo mecanismo, que movía pequeños objetos de cartón sujetos por hilos. Creo recordar que las tiendas Pull & Bear ha habido hace pocas semanas otros escaparates en los que, con cartón, simulaban una máquina de engranajes y uno de ellos se movía. En Bilbao, por ejemplo, creo recordar que hasta hace unos pocos años había una mercería o tienda de ropa de niño que convirtió en seña de identidad una figura de Pinocho, a la que se le movía la pajarita y estuvo en marcha durante muchos años. No sé si la tienda sigue existiendo.
En escaparatismo se suele utilizar más el movimiento «sugerido», por ejemplo, por la postura de los maniquíes o la disposición del fondo. Personalmente, me gusta más este tipo de movimiento que el real, ya que, con el real, corremos el riesgo de que el efecto llame más la atención que el producto.
Una manera sencilla de conseguir movimiento en el escaparate de primavera, sería colocar colgadas de unos hilos y con pequeñas pesas, unas mariposas de colores que se moviesen con las corrientes de aire que genera la puerta o colocando un ventilador.
Me imagino que en un futuro no muy lejano, con el abaratamiento de los proyectores y de las pantallas de gran formato, no sería difícil conseguir movimiento y diversos ambientes para diferentes momentos del día a través de proyecciones en el fondo.
Gracias por tu aportación.
Un saludo,
Celestino Martínez.